Artículo de Nikone Cons
Breve aproximación a la historia del rap político en el Estado español
Lo primero que habría que plantear es ¿qué es rap político exactamente? Hoy día se considera rap político aquel
que trata explícitamente cuestiones políticas y hace referencias
ideológicas específicas ya sean comunistas, anarquistas, altermundistas o
anticapitalistas en general, siempre o al menos casi siempre -no
conozco mucho rap político explícitamente de derechas, por suerte (aunque existe)- dentro del espectro de la izquierda. Que esto, el rap de izquierdas, sea lo considerado mayoritariamente como rap político no
quiere decir que los miles de millones de temas de raperos sumamente
mediocres vejando a mujeres de múltiples formas y adorando el “cash”
como si de una deidad se tratase no sean odas modernas al capitalismo, es decir, rap pro-capitalista y por tanto rap político también, reaccionario sí pero por eso mismo político.
Hecha la aclaración pertinente haré un breve repaso por lo que yo considero que es el rap político de izquierdas del
Estado español. Aunque en el pasado la etiqueta ‘rap político’ no se
usaba (se le llamaba simplemente rap, después rap con mensaje o rap
protesta, crítica social, etc.) el género como tal evidentemente ya
existe desde el ‘Hey pijo‘ (1989) de MC Randy ¿o acaso lo que subyace en dicho tema no es la lucha de clases? Pobres contra ricos, un clásico. Ya sea de manera más o menos expresa, más o menos consciente el rap político existe desde hace décadas en el Estado español.
Los años 90
Como ya he dicho desde los inicios del rap en el Estado español podemos encontrar crítica social y conciencia política en sus contenidos,
en algunos casos son pequeños retazos en alguna canción, unos simples
versos, y en otros son ya temas enteros dedicados a exponer su postura
sobre una o varias cuestiones políticas, sociales e incluso económicas.
Entre los primeros, quienes dedican algunas líneas de su prosa para posicionarse políticamente, podríamos señalar a muchos MCs ya
que el rap en el Estado español (como en EE.UU. y muchos otros Estados
de Europa) se hizo popular en humildes barrios obreros y el simple hecho
de relatar la realidad que allí se vivía (desempleo,
pobreza, explotación, represión, etc.) es en sí mismo un
posicionamiento político. En EE.UU. el rap fue la CNN de los negros,en el Estado español fue la radio Pirenaica de los nietos de los que perdieron la guerra civil.
Nuestros referentes culturales van desde Chuck D a Evaristo Páramos,
por suerte; sin olvidar la influencia del movimiento punk en la
incipiente cultura hip hop de principios de los 90, pero eso mejor lo
dejamos para otro artículo.
Entre
los segundos, quienes han hecho canciones más específicas sobre
cuestiones políticas y sociales, podríamos contar con otros tantos,
desde el mítico Presión y su ‘No puedes pararme‘ (1992) o la Zona Norte Posse (1994) alicantina con Picolo (1993) a la cabeza hasta los catalanes Geronación y sus ‘12 fronteras‘ (1993) pasando por el maño de oro, Kase-O, clamando por la revolución (1993)
con frases como “llámame marxista, no me llames prosoviético”. Ojo,
estamos hablando solamente de cuatro grandes referentes en el rap
estatal de lo que se denomina ‘vieja escuela’ pero en aquella época
había muchos otros MCs, mejores o peores pero que, en cualquier caso, empleaban el rap como un medio de protesta social.
En 1994 vio la luz el primer disco de RAP con mayúsculas editado en el Estado español, ‘Madrid zona bruta‘ de El Club de los Poetas Violentos (CPV), el contundente mensaje antifascista y antiracista que con insistencia se repite en dicho álbum evidentemente tiene su porqué, y no es otro que la amenaza real del fascismo en
las calles. A mediados de los noventa los neonazis, mal llamados
‘skinheads’ (en todo caso serían ‘boneheads’), tuvieron cierto auge, se
puso de “moda” ser nazi, y tenían presencia en la mayoría de las grandes
ciudades del Estado con especial fuerza en Madrid, es por esto que muchos MCs de esta época dedicaron en algún momento de su carrera musical unas palabras a esa lacra social llamada fascismo. Que por desgracia hoy día sigue teniendo una fuerte presencia en la “democrática” España.
“No quiero ver un puto neonazi ni en la calle, ni entre rejas (bang! bang! bang!) unos tiros entre las cejas.” Kamikaze CPV
Con
el paso de los años los medios y la experiencia en el panorama estatal
de rap (muy reducido si lo comparamos con el actual) fueron en aumento
así como el nivel de conciencia en sus letras. Aparecen críticas al
consumismo y llamados explícitos a la lucha callejera contra este en ‘El mismo consumismo‘ de Psicohiphopatas (1996), la formación barcelonesa Fusión nivel-uno relataba la historia de un indigente en ‘El otro mundo‘ (1996), K-directohablaba sobre el ‘Culto a la ignorancia‘ (1996) que supone la vida bajo el capitalismo y Hardcore Stress a su vez reafirmaba la ‘Sangre combativa‘ del movimiento hip hop. Todo esto sucedía en la ‘Puta España‘ (1998) que acertadamente retrataban Pacto EC, cruda como la vida misma Ari (Arianna Puello) nos contaba su parte en ‘No puedo parar‘ (1998), mientras El Meswy le dedicaba su ‘Canto a los niños y niñas de barrio‘ (1997). Tampoco es nada nuevo escuchar raps sobre las crisis capitalistas como tampoco son nuevas estas, ni lo son sus consecuencias que siempre sufren, como no, las clases populares. Otra vez pobres contra ricos, otra vez patente la lucha de clases.
Podemos concluir por tanto, sin ningún atisbo de duda, que en la década de los noventa en el Estado español el rap político no solamente ya existía sino que además gozaba de muy buena salud.
Es más, me atrevería a decir que proporcionalmente en dicha época
estaba mucho más extendido y aceptado en la comunidad hip hop que
actualmente.
(Nota: recomiendo el blog Máximo Respeto -para descargas- a quien le interese profundizar un poco más en el maqueteo rapero de los noventa y también su canal de Youtube -para escuchar maquetas online-)
Década del 2000
A
finales de los noventa y principios del dos mil ya eran muchos los
grupos de rap que habían editado con alguna discográfica uno o varios
álbumes, la industria cultural comenzaba a vislumbrar el potencial negocio que suponía este género musical que
hasta entonces había sido minoritario, incluso marginal, dentro de la
escena estatal. También se da durante esta temporada una gran
proliferación de páginas web dedicadas a esta cultura urbana donde se
difunden, entre otras cosas, las maquetas que antes se distribuían
principalmente mediante el pirateo de cassettes,
en ocasiones entregadas en mano por el mismo artista o a través de
envíos postales. Este salto cuantitativo en la distribución y difusión
del rap que supuso internet, sumado al abaratamiento en la producción y
grabación musical (debido a la mayor accesibilidad a equipos
informáticos y con ello a humildes ‘home studios’) desemboca en el inevitable boom del hip hop en el Estado español en los primeros años del dos mil.
Este boom raperil sin
duda ayudó a que la cultura se consolidase, a que llegase a más gente, a
que fuese un género musical sea más respetado, etc. etc. pero también
ha supuesto la domesticación por parte de la industria de esta música rebelde por definición,
es decir, toda esa crítica social, ese antifascismo y antiracismo
patente, esa carga política que exhibían en sus letras desaparecieron, o
en el mejor de los casos se suavizaron,
sobre todo entre las formaciones con mayor éxito comercial. Se suele
decir que es “el precio de la fama”, que no es más que un eufemismo para
referirse a las consecuencias de la asimilación del rap por parte del sistema capitalista; porque
hasta entonces en el Estado español el rap no formaba parte de listas
de ventas ni de ningún ‘top ten’. Podemos “jugar a vender discos” pero
con sus reglas, está claro.
Por
supuesto, y como ya he dicho, estamos hablando de los artistas con más
tirada a nivel estatal y que en muchos casos nunca han tenido este
mensaje político o al menos no sobresalían por ello. A partir de aquí y
hasta finales de la década del dos mil es en el ya definido underground del movimiento (puesto que anteriormente todo el hip hop era underground)
donde encontraremos mayoritariamente las letras más combativas,
comprometidas y radicales del rap en castellano. Hay quien dice que se
dejó de lado el mensaje para apostar por el flow, esto es otra forma
eufemística de decir que fueron imposiciones de la industria para entrar
en el “juego”, el mensaje de los raperos/as no era “políticamente
correcto” por lo cual las discográficas (los empresarios, el capital)
aplicaron su “democrática” censura.
Pero que nadie lo dude, como bien dijo el Metro (MC de Geronación y posteriormente de La Técnika), primero fue el mensaje y luego el flow, aunque los jóvenes de veinte crean que fue al revés.
No fueron pocos los veteranos de la vieja escuela que siguieron fieles a las raíces rebeldes y reivindicativas del hip hop. Geronación publicaba ‘El zulo‘ en 2002 y ‘Teatro‘ en 2004, ambos discos en la misma línea que se marcó en los noventa, como también lo hicieron El Meswy, Pacto EC, Puskas, Los trovadores de la lírica perdida,
etc. Otros artistas tomaron una suerte de “tercera vía”, que vendría a
ser mantener el discurso político en sus letras pero moderándolo, o
moldeándolo, para poder pasar el filtro de las discográficas. Los dos
ejemplos que se me vienen a la cabeza son Nach (ya sin el ‘Scratch’) y El Chojin,
que sin duda en su momento han sido dos grandes referentes dentro de
los sectores más conscientes de esta cultura, pese a que a día de hoy no
se cuenten, al menos yo no lo hago, entre los grupos catalogados como rap político. Se han consolidado, han ganado pasta y se han aburguesado. Son felices. Uno impartiendo “cursos de rap” en la SGAE y el otro insultando a Fidel Castro en televisión. Y fue El Chojin quien nos advertía de los ‘camisas remetidas‘, tiene tela la cosa.
Todas estas referencias y muchas otras fueron recogidas por la nueva escuela de la época y así salía a la luz en 2003 la primera referencia de 13 Pasos desde Valencia, más tarde en 2005 uno de sus componentes, Nega, formó junto a DJ Bokah y Toni, de La Nota más Alta, uno de los tres grupos que considero clave para la nueva definición de rap político, Los Chikos del Maíz. También en 2003 Stoned Atmosphere aparecía en escena, en este temajunto a Escuela de Odio (2005), años más tarde este MC asturiano volvería a dar que hablar, ya en solitario, como Arma X. Y por último en 2005 debutó Pablo Hasél con ‘Esto no es el paraíso‘. Los Chikos del Maíz, Arma X y Pablo Hasél son lo más representativo de la nueva escuela de rap político (son
lo más representativo, repito, no los únicos), marcaron un antes y un
después, y no porque esto no se hubiese hecho antes y fuese algo tope
novedoso, ya que no era así, sino porque hasta ese momento no se había
etiquetado de la manera en que se hizo, es a partir de aquí que se
empieza a hablar de rap político en el Estado español.
“Somos los nietos de Stalin, de tus rappers políticos favoritos los padres, que no te engañe el complot.” Arma X
Esta nueva corriente supuso en su momento un gran cambio, tanto es así que este subgénero quedo acuñado bajo el término rap político,
cuando es evidente, como ya he planteado, que el rap pro-capitalista,
el pacifista, el ecologista, el de derechas, etc. también es rap
político. Aún no siendo estrictamente correcta la terminología sirvió
para señalar el rap especialmente dedicado a propagar este mensaje
anticapitalista, disidente, revolucionario y subversivo (porque todo eso
también forma parte del hip hop). Y diferenciarlo así de grupos que
puntualmente se acercan a la temática político-social, generalmente de
una forma muy superficial y generalista, sin salir de lugares comunes,
esto es, “políticos ladrones” y/o “racismo mal“. Hubo una época en que casi todos los grupos de rap tenían en su disco o maqueta “el tema con mensaje“,
era prácticamente un requisito pero no pasaba de ahí, como mucho dos
cortes, no más. Esta nueva tendencia superó la superficialidad y la
escasez de contenidos político-sociales en los álbumes, al profundizar
en cuestiones ideológicas se definió como izquierda revolucionaria y a
su vez dedicó la mayor parte de sus producciones a difundir esta
doctrina. Poco a poco se fueron desarrollando por sí solas ciertas
pautas y patrones que concretaban a qué nos referíamos exactamente
cuando se hacía referencia a esta nueva etiqueta, el rap político.
Las “reglas” no escritas de esta ramificación serían, según mi criterio, estas:
- 1) Ha de ser de pensamiento progresista radical, es decir, de izquierda revolucionaria.
- 2) Se ha de hablar explícita y (casi) exclusivamente de política o cuestiones relacionadas con esta.
- 3) Se debe profundizar en dichas cuestiones exponiendo una visión contrainformativa y/o contrahegemónica.
En 2005 salían a la palestra Los Chikos del Maíz con su ya mítica maqueta titulada ‘Miedo y asco en Valencia‘,
esta tuvo una gran aceptación y se difundió rápidamente entre los
sectores más combativos y concienciados de la novel y masificada
“comunidad” hip hop -y lo escribo entrecomillado porque de comunidad
realmente poco quedaba a estas alturas- dicha maqueta fue un soplo de
aire fresco en un panorama que muy poco tenía que ver con el de la
década pasada, las copias de copias estaban
a la orden del día, ya fueran copias de los más destacados MCs
estatales (véase Kase-O, Rapsusklei, Zatu, Tote, etc.) o lo fueran de
copias de formatos yankees (véase el gangsta rap, el rollo pimp,
chicano, etc.). La escena post-boom dejaba bastante que desear pero
evidentemente entre tantísimos trabajos -maquetas, discos, EP, maxis- se
podía encontrar rap real de calidad, aunque, como ya he dicho, la mayoría de grupos (no todos)
hubiese rebajado o hasta erradicado por completo su mensaje político. Y
creo que esta circunstancia, la falta de mensaje crítico en el rap,
tiene mucho que ver con el posterior éxito de LCDM, Arma X o Pablo Hasél entre otros, y a su vez con la proliferación de este subgénero hoy en relativo auge.
Después vendrían At Versaris reivindicando el catalán (2007) en el hip hop, como así lo hicieron Dios ke te Crew con el gallego (2006) o Selektah Kolektiboa con el euskera (2000), Geronación se quedaría en La Técnika (Metro y Soyez. 2008), El Templo del Tigre introduciría las teorías conspirativas (2009), Mentenguerra acercaba el anarquismo al rap (2010), Insulino Dependiente aportó su rollo gore antisistema (2008), etc. etc. Y esto era solamente el principio.
Del 2010 hasta nuestros días
Con un panorama de rap político no
demasiado numeroso pero sí bien definido y en constante desarrollo
llegamos a la segunda década del Siglo XXI, llegamos también a estas
fechas con una grave agudización de la crisis capitalista a nivel mundial, que golpea con dureza a la Unión Europea y especialmente a los Estados de la periferia de esta (Grecia, Italia, España y Portugal),
lo cual provoca grandes movilizaciones populares de protesta y el
consiguiente aumento de interés e implicación de la población en los
diferentes movimientos sociales que lideran dichos actos de disidencia. A
raíz de las manifestaciones convocadas en ciudades de todo el Estado
para el 15 de mayo de 2011 surgió el movimiento 15-M que
tuvo gran repercusión mediática debido a su gran capacidad de
convocatoria y también, por qué no decirlo, debido a su falta de
propuesta/estrategia real para el cambio político y social, lo que lo
hacía quizás no inofensivo pero sí muy poco ofensivo para su enemigo a
batir, el régimen monárquico post-franquista.
Evidentemente esta oleada de protestas, con gran participación de la juventud y por tanto con gran influencia en esta, tuvo su respectiva repercusión en el mundillo del rap y tras el boom del 15-M, de repente, muchos raperos y raperas comienzan a subirse al carro, o al menos lo intentan, del rap político.
En muchos casos ha sido por convicción, personas que hasta ese momento
habían estado “ciegas” y “abren los ojos”, es decir, raperos/as sin
ninguna conciencia política que comienzan a desarrollarla; pero sin
lugar a dudas también ha habido casos del más flagrante y vergonzoso oportunismo en
un intento de capitalizar el descontento social. Algo que se debe
señalar es que la mayoría de MCs/grupos que se sumaron a la denuncia
social a partir del 15-M no hacían rap político tal
y cómo lo entendemos ya que su formación no les permitía desarrollar
una crítica profunda y/o compleja, por lo tanto sería considerado rap protesta, rap social, rap “indignado” o lo que sea, pero no lo catalogaría nunca como rap político. Y es que en muchos casos básicamente se repitieron hasta la saciedad (y hasta el absurdo) las consignas del movimiento 15-M en forma de rap.
Debido
al auge de protesta social y con ello mayor politización de la
población hoy el rap político vuelve a gozar de buena salud, vuelve a
estar extendido y aceptado entre los seguidores/as de esta cultura y
también entre sectores progresistas (que no progres)
en general, tanto es así que dentro de este subgénero se han creado
diferentes corrientes que, a la vez que lo enriquecen, reflejan las
ideas y las luchas que se desarrollan dentro de la izquierda
revolucionaria en el Estado español:
- 1) Anticapitalista (en general): Hazte Caso Primo, La Plataforma, Lágrima de Sangre, Anhell Vil, Alterkdos, De La Rue, Chico Sospechas, La Prensa Negra, Sin Versos en la Lengua (antifascista), Predikadores, H. Kanino, Raperos de Emaus, La KMC, Indarrap, BKC (feminista) y Aire y humo.
- 2) Comunista: Los Chikos del Maíz (y Riot Propaganda, LCDM y Habeas Corpus), Arma X (y Factor Canadá, Arma X & Soyez), Pablo Hasél, Día Sexto, La FRAC, Víctor Segundo, Bittah, Creadores de la memoria, Durán, Mellow, Marchena y Pipe Díaz.
- 3) Anarquista: La Técnika, Kronstadt, Vagos y Maleantes, Mentenguerra, Folie a trois y Punano
- 4) En catalán: At Versaris, Valtonyc, Exèrcit D’alliberament Musical, Ender, ARRAP y Frida.
- 5) En euskera: Selektah Kolektiboa, Goienetxe Anaiak, Norte Apatxe y Toastibarre.
- 6) En gallego: Dios ke te Crew, Alto asalto y Rebeliom do inframundo.
- 7) Conspirativo: El Templo del Tigre, Omar el Hachemi y Jona (Ilegal Music Crew).
La
mercantilización del rap dotó a este género de una mayor difusión, la
capacidad de llegar al público que hoy en día tiene el rap era
inimaginable en los noventa (Doble V llena estadios allá donde va), esto
nos costó la comentada castración política y la estigmatización de
nuestra cultura. Lo que no esperaban quienes decidieron incluirnos en
sus listas de ventas para desactivar esta bomba subversiva es que
seríamos capaces de revertir dicha situación y que parte de la nueva
escuela haría honor a la vieja. Y a mayor público obviamente mayor
repercusión, para bien o para mal, y lo que alegremente se rapeaba en
una maqueta de los noventa hoy podría ser motivo para que el Estado te
secuestre acusado de enaltecimiento del terrorismo, como le ha sucedido
a Pablo Hasél o a su productor Marc Hijo de Sam, o acusado de provocar disturbios durante una huelga general como a Pau Llonch, o que te denuncie la ultraderecha como le ha sucedido a LCDM o a Valtonyc. Lo que está claro es que la “libertad de expresión” en el Estado español tiene un precio muy alto (para algunos, para otros no) que en el peor de los casos es la prisión con torturas físicas y psicológicas incluidas. Solamente dos nombres: Manuel Pérez Martínez y Arnaldo Otegi,
ambos secretarios generales de Partidos políticos, ambos presos (por no
mencionar la interminable lista de presos/as políticos).
Podrán encarcelar a todos/as los MCs, pero no podrán detener al hip hop. Parafraseando a Neruda.
Conclusión: el rap desde sus inicios en el Estado español ha sido empleado como herramienta de denuncia social y ha estado ligado a los sectores populares de la población, tras la absorción de este por el mercado capitalista se nos intentó vender la idea de que era una música inocua y apolítica,
cuando es evidente, si se conoce un poco su historia, que no es así.
Esta música de los oprimidos/as nunca debería haber dejado de ser política y es esperanzador que resurja con fuerza y vuelva a su estado natural, a su estado politizado. Por otra parte es triste que hoy en día sea solamente un subgénero lo que antaño sería considerado simplemente rap de toda la vida.
Atrás quedan los tiempos en que se les llamaba punkis, mochileros o faltos de flow a quienes verdaderamente comprendían qué es el rap, durante aquella ignominiosa época los “reales” eran esos seudo “gángsters” de baratillo que hoy se comen los mocos.
Y es que como casi dice el Señor Jodeculos Ibarra, al hip hop casi le cambiaron sus ideales por los del capital. Casi, pero no.
Escrito por Nikone Cons para Rimas Rebeldes.
PD.1
Obviamente he hablado del rap político que conozco, soy consciente de
que hay muchísimos grupos o temas concretos que merecerían ser
mencionados en este artículo, por tanto, se agradecen los comentarios
aportando otras referencias de rap político, ya sean actuales o
antiguas.
PD.2
Después de escribir este artículo me he dado cuenta de que a lo largo
de la pasada década hemos perdido a tremendos grupos combativos que
prometían mucho. Sirva este artículo de homenaje y reconocimiento a los
precursores del rap político en el Estado español.
Artículo Escrito por: White Negrata
Los poemas contra el sistema de Gil Scott Heron, Afrika Bambaataa calmando el odio de las bandas a través de la fiesta, Public Enemy instándonos a combatir el poder establecido o Immortal Technique denunciando las barbaridades del imperio yankee: Rap político. Aunque el Hip Hop nació como grito contra la opresión, hoy en día la imagen estereotipada del rapero está impregnada de un materialismo ostentoso y excéntrico. Yo definiría el Rap político como necesario.
El rapero comercial americano es una especie de nuevo rico. Podemos ver a Jay- Z codeándose con las altas alcurnias o a Birdman enseñando billetes de manera tan exagerada como absurda. El espíritu capitalista ha absorbido gran parte de la música Rap,
es evidente. Pero siempre surge resistencia a lo masivo, por pequeña
que sea. Personas que se mantienen firmes en sus ideales y escapan del
tentador y vil dinero. KRS One podría haber sido un Lil Wayne cualquiera si hubiese querido, pero después de tantos años en la música sigue inquebrantable, utilizando su posición para expandir conocimiento e informar sobre injusticias.
En España destacan Los chikos del maíz, Pablo Hasel, Arma X y La Tecnika. Vuelvo a insistir en lo necesario que es este tipo de Rap; España es alarmantemente inculta, y es de agradecer que de entre toda esta ignorancia salgan discos como Cine, ideología y cultura de masas o videoclips como La dictadura de la estupidez, dejando de lado afinidades o discrepancias ideológicas. Y es que para defensa del sistema ya están todas sus marionetas.
Estos grupos españoles suelen ser
líricamente ingeniosos y agresivos, pero cojean en musicalidad. Deberían
cuidar más la forma, los flows de todos los mencionados dejan muchísimo
que desear. En USA saben como dar mensaje comprometido y envolverlo en
música de calidad. El Let's get free de Dead Prez es buena muestra de ello. Centrándonos en cosas más actuales, son remarcables True lies y End of days, de Block McCloud & Vinnie Paz. Lowkey ha creado himnos anti-Obama que suenan muy bien. La francesa Keny Arkana está a un nivel altísimo de mensaje y melodía.
A veces no se ven con buenos ojos estas odas contra el capitalismo y se oyen justificaciones varias para el mismo, como Yako Muñoz cuando dice: "Yo no voy a estar aquí para joder el sistema, yo me cojo el sistema y me lo aprovecho para mí". Yako, recuerda que estás en Madrid y tienes los medios para poder hacer tus trapicheos
y ganarte la vida, pero si hubieras nacido en Somalia no tendrías esa
oportunidad siquiera. Así que mejor que aprovecharnos del sistema con
esa picardía tan alabada por estos lares, lo jodemos directamente y
empezamos de cero.
Yo escucho canciones de pasta y champán
si me gusta el ritmo, pero el mundo empeora a diario y la gente necesita
concienciarse por cualquier medio. El Rap debe seguir siendo uno de esos medios. Que no se evapore entre las joyas horteras de P.Diddy y tampoco entre las críticas blandas y predecibles de Nach o ZPU.
Florece el Hip Hop político en América Latina
Mientras el Hip Hop se torna parte del
tronco de la industria cultural norteamericana a finales de los años 90,
en América Latina se convierte en catalizador de núcleos de formación
en las periferias urbanas y voz de los oprimidos.
Spensy Pimentel
Traducción: Carolina Casella
Traducción: Carolina Casella
Posted By Joana On octubre 1, 2010 @ 12:10 In Geografía,Imagina en resistencia,México, Num. Anterior | Comments Disabled
México, DF. Veinte años atrás, el rap político llega a su cumbre en Estados Unidos. Grupos como Public Enemy , Boogie Down Productions (BDP) y
Niggers with Attitude (NWA) expresaban, cada uno a su manera, el
descontento de los habitantes de los guetos de las grandes ciudades del
país con la falta de oportunidades económicas para los más pobres y la
violencia policíaca, especialmente en contra de los negros y latinos. La
virulencia de las letras, recuperando muchas ideas y nombres del
movimiento negro de los años 60 y 70, llamaba la atención, y los grupos
llegaron a ser blanco de investigaciones del FBI. Congresistas de la
derecha hacían discursos rabiosos y paranoicos.
¿Causa? ¿Efecto? Síntoma, de todas las
maneras. Mientras hacían eco, por los guetos negros y latinos de los
Estados Unidos, versos virulentos contra la policía, como “Fuck the police” /
“They have the authority to kill a minority”, del NWA, una
insatisfacción creciente resultó en una serie de revueltas en 1992,
principalmente en Los Ángeles, donde policías acusados de dar una paliza
al taxista negro Rodney King , captados por un camarógrafo amateur un año antes, fueron absueltos por un jurado formado mayoritariamente por blancos.
Después, los vientos cambiaron en
Estados Unidos. La sucesión de gobiernos republicanos – que suelen
cortar los gastos públicos, principalmente los destinados a la
asistencia social – fue interrumpida en 1993 con la llegada del
demócrata Bill Clinton. La caída del muro de Berlín, en 1989, dio fuerza
al proyecto neoliberal traducido en el decálogo del Consenso de Washington ,
y los años 90 fueron marcados por la imposición de patrones económicos
que interesaban a los mercados financieros. En América Latina, un grupo
de gobiernos francamente alineados con Estados Unidos produjo apertura
de los mercados, privatizaciones y el desmantelamiento de la economía.
Los rentistas – los que viven de intereses – lucraron como nunca. En
menor o mayor grado, el Continente se fue al suelo y sufre hasta hoy las
consecuencias de la adopción de las famosas tareas de casa de
organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco
Mundial.
La música de los guetos continuó
reflejando el zeitgeist. Favorecida por las políticas de libre mercado,
las privatizaciones y nuevas tecnologías, como el invento de la
internet, sobretodo, la economía americana vivió un periodo de gran
prosperidad. En paralelo, el rap ganó espacio en el mainstream al mismo
tiempo que la protesta política pasó a ser una corriente minoritaria.
Ganaba espacio, principalmente, el gangsta rap ,
cada vez más celebrando un modo de vida consumista de artistas que
empezaban a ganar dinero con la música. Si los clips de rap antes
denunciaban la violencia de la policía contra los jóvenes negros en la
calle, ahora pasan a mostrar cómo un negro podía ser detenido como
sospechoso en un coche de lujo de último modelo. En el filo de la
navaja, entre las dos tendencias, se quedaban personajes como el hijo de
Afeni Davis, una antigua integrante del Black Panthers Party, conocido
como Tupac Shakur, más tarde 2Pac.
Pero la centella de consciencia política
y revuelta traída por el Hip Hop como herencia de los movimientos
negros de los años 60 y 70 no murió, solamente emigró. Escondida en los
calabozos de la globalización neoliberal, se esparció por los
continentes. En Francia, fue la banda sonora de las revueltas de los jóvenes de los barrios pobres contra las políticas neoliberales y la violencia policíaca. En Palestina, envuelve la lucha de los jóvenes en la Intifada [9]. En África, el fruto de la diáspora negra volvió para sembrar la desobediencia civil contra el autoritarismo .
Y fue en América Latina que la semilla
del Hip Hop encontró el suelo más fértil; en la región que, desde el
siglo XIX, sufre con la sombra de la presencia norteamericana, la
enseñanza sobre el valor de la organización comunitaria local en la
producción cultural gana nueva dimensión. Mientras el Hip Hop se torna
parte del tronco de la industria cultural norteamericana a finales de
los años 90, en América Latina, se convierte en catalizador de núcleos
de formación en las periferias urbanas y voz de los oprimidos.
Millares de jóvenes, a los cuales no les
interesaban los partidos, los sindicatos o los movimientos negro e
indígena, de pronto están leyendo obras de Malcolm X y Martin Luther
King, buscando información sobre líderes como Zumbi dos Palmares, Che
Guevara, Luisa Mahin o Tupak Katari, al mismo tiempo en que promueven
fiestas, cursos de baile, dibujo y poesía; además de los trabajos
sociales en las comunidades donde viven. La mayoría no se tornará
campeón de ventas o millonario, pero seguramente cambiará su vida por
esa sutil combinación de arte y política en que se ha convertido el Hip
Hop.
Al sur de Río Grande también se baila
Los mexicanos, que son casi 30 millones,
entre los nacidos en México y sus descendientes viviendo en Estados
Unidos, tienen gran presencia en los guetos americanos, al grado que el
país podría ser considerado casi tan importante en la composición de
elementos del Hip Hop como Jamaica – de donde vinieron varios de los
primeros participantes de fiestas de calle (block parties) donde surgió
el movimiento, con elementos como DJing y Mcing. El rap chicano se
impuso en los años 90, y el arte del lowriding, por ejemplo, típico de
las comunidades mexicanas en la región de Los Ángeles, fue
definitivamente incorporado al Hip Hop. No se puede ignorar, incluso, la
posible influencia del arte latinoamericano en el grafiti,
particularmente el muralismo centroamericano.
A partir de los años 90, uno de los
periodos más castigados por las políticas neoliberales, el país generó
simultáneamente un movimiento que se tornó referencia para la
resistencia contemporánea al capitalismo: el zapatismo. Rappers como Olmeca , que vive en Los Ángeles, y Boca Floja demuestran la influencia del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional).
Otro país latinoamericano cuyos
inmigrantes estuvieron fuertemente vinculados a las raíces del
movimiento es Puerto Rico. Algunos de los primeros Mcs, Djs, breakers y
grafiteros tenían ascendencia portorriqueña o cubana, o ambas. Era
portorriqueño, por ejemplo, Julio 204, precursor del grafiti y del
propio Taki 183, el primer practicante de las tags que obtuvieron fama
en los medios, en 1971. Otro descendiente de portorriqueños (y cubanos)
era DJ Disco Wiz, integrante de una de las primeras crews de Mcs del
Bronx.
Hoy, el rap político portorriqueño,
conocido como rap boricua, celebra la soberanía del país y ataca a los
invasores norteamericanos. En “Mano Dura” ,
Siete Nueve e Intifada denuncian la ejecución, por agentes del FBI, en
2005, de Filiberto Ojeda Ríos, líder independentista. El video de “Epica del Tiempo” de Intifada, celebra la resistencia a la ocupación norteamericana, que ya lleva 112 años.
En 2008, el reggaetón, una derivación
latina del Hip Hop de tipo más comercial, originaria de Puerto Rico,
entró en la política electoral, en la disputa entre Obama y McCain.
Daddy Yankee declaró su voto a favor de McCain, y el rapper Siete Nueve
le pedía: “Quedate callado!” .
Una situación parecida ocurrió también en el gobierno de Bush, con el
sambista brasileño Alexandre Pires, quien lloró al encontrarse al
presidente norteamericano. “Falló, ensució la bandera brasileña /
Avergonzando a la América Latina entera / Inocencia, oportunismo,
ignorancia de la historia / Lloró en los brazos de quien tiene fama sin
gloria”, cantó para él en esta época el rapper GOG.
En Brasil, el rap se tornó rápidamente
em una de las principales expresiones de un fuerte movimiento de
auto-afirmación de la población negra y de reivindicación de espacios en
la política, en la economía y en la sociedad. Nombres como los de Racionais MCs y GOG
inspiraron a millares de jóvenes a buscar comprender mejor su historia y
su vida. Toda una generación de rappers destacó en el país desde
inicios de los años 90, destacando a su vez, la problemática de la
juventud negra en las periferias metropolitanas del país: son nombres
como RZO , Sabotage , De Menos Crime , Conexão do Morro , MV Bill , Z’África Brasil , Dexter , entre otros. En la década actual, los rumbos de los trabajos de los Racionais y de Bill , entre otros, causa debate en el movimiento, incluyéndose contratos con grandes empresas [28] y apariciones en la más grande red de televisión del país, la Globo [29], además de posicionarse en favor de acciones polémicas del gobierno de Lula como la coordinación de la misión de la ONU en Haití .
En tiempos de prosperidad en la economía
de un gobierno que cuenta con la aprobación de la mayoría de la
población negra y pobre, el rap político ha perdido espacio. Ganó
terreno en el país el funk carioca, por ejemplo, una derivación de un
estilo de rap norteamericano, el miami bass , más bailable y abordando temáticas más vinculadas a la sexualidad .
Aún así, el funk carioca enfrenta la criminalización, de la misma
manera que otras manifestaciones culturales populares, principalmente
debido a las letras que abordan (y, desde el punto de vista de algunos, exalta) el crimen organizado de Rio de Janeiro. Artistas del funk carioca como Deize Tigrona [34] obtuvieron fama internacional.
Al mismo tiempo, la mayor consciencia
sobre los límites de la toma del poder por un partido de izquierda y la
necesidad de seguir la lucha social fuera del ámbito estatal destacan a
un nuevo grupo de activistas-artistas, como es el caso del colectivo Lutarmada .
El desatino de la industria de la música también lleva a la reflexión
sobre maneras alternativas de distribución, y nuevos patrones de
comportamiento frente a los medios y los partidos políticos, como es el
caso de los MCs Emicida , Rashid y Rapadura , o de los grupos Facção Central e Tr3f – este último, del escritor Ferréz ,
caso que demuestra la interrelación profunda entre el Hip Hop y el
movimiento de literatura periférica, o marginal, en ciudades como São
Paulo-. No siempre se trata de una “nueva generación”. Hay casos en que
se trata de gente con años de carrera en el movimiento, pero que
representan ese nuevo momento que llegó para el Hip Hop en Brasil,
delante de la actual coyuntura política (el link arriba es para un clip
de la Facción Central que fue censurado por la justicia en 1998).
En otros países, como Venezuela y Cuba,
donde hay un explícito proyecto socialista en marcha, los gobiernos
locales dan apoyo masivo al Hip Hop como forma de cultura joven. En
Cuba, hasta existe un organismo estatal específico, la Agencia Cubana de Rap ,
para dar soporte al movimiento. Una intensa articulación con los
afrocubanos en EE.UU acontece alrededor del evento Agosto Negro, que
existe desde 1998 y envuelve, entre otros elementos, la solidaridad con
presos políticos negros en Estados Unidos (como el padrasto de Tupac , preso hasta hoy) – por iniciativa de la activista Nehanda Abiodun veterana del Black Power que obtuvo asilo político en Cuba-. Nombres
fuertes de esa escena del rap político cubano son, entre otros, Anonimo Consejo , Los Aldeanos y Obsesión .
En Venezuela, desde 2005, el gobierno
ayuda a promover la Cúpula Internacional de Hip Hop, que es anual y ya
está en su 5a edición. Allí están grupos como Hip Hop Revolución , Kultura Santa y Séptima Raza. En sociedad con el gobierno, el movimiento está creando
la red de Escuelas Populares de Artes y Tradiciones Urbanas (Epatu).
Por las cúpulas venezolanas ya pasaron grupos de varios países, como Legua York (Chile), Actitud María Marta (Argentina) y Metaforus (República Dominicana). Y hay, evidentemente, también, los que cantan contra el gobierno .
Una de las grandes novedades de los
últimos años, aún, es el rap indígena. En Bolivia, donde dos tercios de
la población pertenecen a alguno de los más de 35 pueblos originarios
del país, se destaca la producción de El Alto, donde apareció el grupo Wayna Rap , rimando en aymara (una de las dos principales etnias del país) y donde vivía el activista Ukamau Y Ke , muerto en 2009.
En Chile, los Mapuche ,
que son el principal grupo indígena del país, enfrentan pesada
discriminación racial y violencia policíaca. La identificación con el
Hip Hop es inevitable. En la frontera de Brasil con Paraguay, los
Guarani-Kaiowa enfrentan una situación semejante: en las aldeas del
grupo, sobreplobada por el confinamiento promovido por el gobierno
brasileño a lo largo de todo el siglo XX, con la finalidad de liberar
las tierras productivas de la región para el agro negocio, los jóvenes
enfrentan hambre, enfermedades, suicidios y, ahora, como reacción,
surgió el Hip Hop, cantado en guaraní .
El Hip Hop en América Latina no para de
evolucionar y transformarse. Como en la metáfora de los modernistas
brasileños, evocando la herencia de los indios tupi de la costa
brasileña, caníbales en la época de la conquista, el continente promueve
una antropofagia cultural, engullendo, digiriendo y transformando la
herencia de la diáspora negra. En este momento, no sólo aparecen
proyectos que demuestran cada vez más la consciencia de esa realidad,
como el reciente disco Distant Relatives ,
del americano Nas y del jamaiquino Damian Marley. Con los artistas de
más visión, millares de rappers, breakers, grafiteros aprovechan cada
vez más las oportunidades para viajar y promover encuentros e
intercambios.
PD: Aunque no es más la principal corriente del Hip Hop en Estados Unidos, el rap político sigue resistiendo. Artistas como Dead Prez ,
Mos Def, Talib Kweli, The Roots, Erikah Badu, entre otros, mantienen la
linea de resistencia. La presencia de latinos y sus descendientes como Immortal Technique e Zack de la Rocha siguen fuertes –quién diría que una banda de rock como Rage Against the Machine [61]ayudaría
a mantener la línea de ataque en un periodo en que gran parte de los
rappers está más preocupada en exhibirse con coches, ropas y joyas-.
Existe el caso del inmigrante haitiano Wyclef Jean .que intentó ser candidato a presidente de su país natal.
PD2: Este texto es un esfuerzo para
sistematizar una enorme cantidad de información. Agradecemos cualquier
corrección, ampliación o apartados con los cuales los lectores puedan
contribuir.
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